Dadas las importantes subas registradas en los últimos tiempos en el costo de la Energía, así como en el resto de los servicios, las industrias se encuentran hoy más que nunca en la búsqueda de hacer un USO EFICIENTE de los recursos con el fin de evitar el derroche y economizar.
Como bien es sabido, el 90% de las Industrias utilizan Aire Comprimido en sus procesos productivos, por lo que el mismo es considerado el “cuarto servicio” detrás del gas, agua y electricidad. Si bien éste es necesario para operar sistemas neumáticos, su generación requiere gran cantidad de energía; a modo de ejemplo, por cada $1 (peso argentino) invertido en generación de Aire Comprimido, sólo se obtienen 5 centavos aproximadamente de trabajo generado. Por lo tanto, es muy importante concientirzar a las empresas y sus colaborares en utilizar este suministro de forma tan eficiente como sea posible.
Uno de los grandes e históricos problemas que afectan a los Sistemas de Aire Comprimido son las Fugas. Ese pequeño y silencioso silbido proveniente de las cañerías le cuesta a las empresas mucho, mucho dinero. Según releva una investigación realizada recientemente y dedicada a encontrar el porcentaje promedio de fugas de aire en plantas industriales, teniendo en cuenta un mantenimiento mínimo, existe un promedio del 30% de pérdida de la capacidad del compresor sólo en fugas de aire. Entonces, en relación a la energía eléctrica requerida para comprimir aire, por cada diez centrales produciendo electricidad, hay una central eléctrica produciendo energía sólo para fugas de aire.
Asimismo, teniendo en cuenta nuestra vasta experiencia (cumplimos 15 años en el mercado en 2017) luego de haber realizado Auditorías en Plantas Industriales de diversos rubros de toda la Argentina, podemos afirmar que la mayoría de las empresas no tiene un programa de prevención de fugas ni de concientización sobre el Uso Eficiente de la Energía. Esto deviene entonces en un gran derroche energético causado sólo por unos simples escapes de aire sin controlar.
Poniéndolo en números (en pesos argentinos), una pérdida que no puede escucharse físicamente, puede estar costándole tanto como $2300 al año. Esto es sólo por una fuga inaudible en decenas de metros de líneas de aire. Para el caso de las fugas audibles, puede guiarse por la tabla de abajo y notar las importantes cantidades de dinero que pueden derrocharse de acuerdo al tamaño del orificio.